Amo por una noche [Fan fic YunJae]


.: YunJae :.
is love ♥

Título: Amo por una noche
Pareja: YunJae
Grupo: TVXQ
Autor: Joey
Género: Yaoi
Advertencia: Si. Lemon.

"Es el cumpleaños de Yunho, y no todo le ha salido como él lo planeaba o tenía previsto... empezando todo gracias a la ausencia de con quien celebrarlo. Un 'significativo' regalo, por parte de sus compañeros de grupo, hará que esta fecha se vuelva realmente se tornme interesante y exista un verdadero motivo para celebrar."


Amo por una noche


.:: POV Yunho ::.


Ten cerca a tus amigos… pero más a tus enemigos. Eso dicen. ¿Pero que pasa cuando tus enemigos… son tus propios amigos? En serio. ¿Puedes llegar a odiar y amar, a la vez, a tus amigos? Yo creo que si. Justo ahora… eso hago.

. . .

Tres nada ligeros cuerpos se posicionan sobre mi gritando y haciéndose marañas, diciendo no sé que tanto y quejándose mientras que soy yo al que se le están fracturando por lo menos cuatro de sus costillas.


-¡Feliz cumpleaños Hyung! –

-¡Ya estás más viejo! –

- Ahhh ¡Fiesta, fiesta! –


Sinceramente no logro identificar quienes son o que es lo que dicen… hasta que una voz más suave que las otras, pero no por eso menos masculina, se hace escuchar.


- Feliz cumpleaños Yunho – Cierto… hoy es mi cumpleaños. Parpadeo más de una vez viendo ahora si la resplandeciente, casi cegante, sonrisa de JunSu; la sonrisa de complicidad de Yoochun que estaba sobre, y la encantadora sonrisa de Changmin, los tres, hasta ese momento indefinidos, bultos que me aplastaban. Sonrío casi por inercia y ellos casi de inmediato se bajan para darme sus abrazos y buenos deseos… siendo Jaejoong el último en hacerlo, pues su abrazo es especial, va junto con un beso que logra ocultar de los otros y que es dado en la comisura de mis labios. Mi sonrisa se agranda al instante y luego se separa.



Sinceramente no tiene chiste entrar en detalle que hice esa mañana, ya que no hice absolutamente nada (Muy independientemente de que los otros miembros del grupo dijeran que hoy no debía de hacer nada) Simplemente no había nada que hacer, claro a parte de contestar con agradecimientos a todos los mensajes de texto que no paraban de llegarme al móvil. Los primeros fueron de Heechul, que más que una felicitación de cumpleaños entre dos amigos, parecía un padre que daba el discurso en los quince años de su hija, la contestación a este mensaje fue muy diferente a las otras. Por último me llegó el mensaje del manager que me pidió ir a la SM… solo. No es algo muy común, de hecho es la primera vez que me llaman para que vaya solo, casi siempre alguien me acompaña. Resto importancia a ese hecho y les informo a mis compañeros los cuales parecen estar más que satisfechos con eso.


- ¡Cuando vuelvas tendremos fiesta! – dijo animado JunSu mientras jugaba con la bolsa de globos que estoy seguro no durarán para la supuesta fiesta.


-Ahá – es lo único que atino a decir al tiempo que me ando poniendo el reloj con algo de prisa ya que ando tarde. – Cuiden la casa mientras no estoy –digo como el buen ‘padre’ que soy. Yoochun me lanza las llaves de mi carro y me sonríe.


- See papá nosotros nos encargaremos – dice antes de comenzar a reír y concentrarse otra vez en su programa.

- ¿Hyung puedes pasar a comprarme un rastrillo nuevo? – Miro incrédulo a Changmin que no despega la cabeza de la laptop, no le puedo negar nada a uno de mis ‘casi’ hijos ¿cierto?

- ¡OH! ¿Si pasas por el rastrillo de Minnie me puedes traer más golosinas? – ¿Ah?

- ¡Y trae leche! Ya casi no hay - ¡¿AH?!

- ¡también esencia de vainilla por favor… que ocupo! – De acuerdo… ¿qué no se supone que YO no haría nada hoy?


Pero que va… me despido en general y me voy a hacer las cosas que… ‘debo de hacer’.


Fueron los cuarenta minutos más infernales de toda mi vida, lo puedo casi jurar. Al llegar a la SM medio staff y trabajadores de edificio me felicitaron, eso está bien… si no contáramos con el hecho de que son más de mil gentes las que trabajan en ese sitio! ¡A la mitad ni siquiera la cosco! Después el manager se explayó con mi felicitación, dándome como regalo una cena, para dos personas, pagada en un muy buen restaurante. Si… para eso me hizo ir hasta allá. Claro… comparado esto con mi mini-incursión por el supermercado, las mil gentes de la SM son nada. Rastrillos bien, golosinas… bien, leche… bien, ¿esencia de vainilla? ¡¿Donde meten las esencias de vainilla?! Media hora de mi vida buscando esencia de vainilla… ¡MEDIA HORA! Sumense a eso los innumerables autógrafos que tuve que dar y las miles de cámaras para las que tuve que posar. Sinceramente… odio a mis hijos.



- ¡Ya vine! – grité al entrar por el umbral de la puerta principal, cargando una bolsa de super donde llevaba todo lo que me habían encargado y uno que otro antojo que se me dio en el camino.


- ¡AH! Hyung que bueno que llegas antes de que nos fuéramos… - Changmin aparece en el living para recibirme, pero ya anda con su chaqueta puesta y listo para irse, tras él aparecen el YooSu hablando sobre lo bien que le va el negro al mayor de ellos dos. Al verme Yoochun pega un respingo pero casi de inmediato sonríe.


- Yunho que bien que llegas, vamos a salir, volvemos como… - mira su reloj y sonríe más, obviamente ni siquiera se fijó en la hora –… un rato – sentencia abriendo más la puerta para que los menos resalgan. Los sigo con la mirada… ¿en serio se van a ir?


La puerta se cierra y siento que algo adentro de mi se esta rompiendo… no, ¿quebrando? No, tampoco. Algo dentro de mi se está… ah si!, se está retorciendo y creo que es mi bilis. Tomo con tanta fuerza la bolsa entre mis manos que siento como fácilmente la atravieso sin mayor pena.


Me adentro a la casa, buscando al único bien de todos mis males, o sea que voy directamente hacia la cocina… pero antes de poder llegar a esta, cierto paquete en la sala llama mi atención por sus vivos colores. Me acercó y evidentemente es un regalo con su respectiva nota… dirigida a mí.



Hyung…


No te enojes porque nos fuimos, pero es lo mejor…
Este regalo lo compramos entre los tres, aprovéchalo como mejor
te plazca o como le plazca a tu imaginación. Nosotros te dejamos
los instrumentos, tú ya posees el cuerpo, sólo diviértete.


Atte: Changmin, JunSu y Yoochun ^^!


Dejo la nota sobre la mesa de centro sin entender muy bien, más bien… no entendí nada y sólo atino a abrir el obsequio buscando algunas cuantas respuestas… Mi mirada pronto se prende al contenido de la caja y siento como todos los colores se suben a mi rostro. Tapo por inercia la caja y lentamente la vuelvo a abrir como si con eso el contenido fuera a cambiar. Pero no. Al abrirlo el contenido sigue siendo el mismo.


- ¿Qué demonios….? -

- ¿Yunnie?… ¿por qué no avisas que ya llegaste? –



Vuelvo a tapar la caja por inercia al escuchar la voz de Jaejoong tras de mi. Volteo y veo como me mira con curiosidad.


- ¿Qué haces? – me pregunta con la misma curiosidad con la que me mira.

Me cuesta contestarle al principio, pero cuando hallo las palabras, le explico que veía el regalo del manager.


- Uhm… ¿trajiste la vainilla? – asiento señalando la bolsa mal trecha que está en la mesa del comedor y el sonríe yendo hasta ella para sacar el frasquito por el cual estuvo aguardando. – Gracias –


- No hay de que… - contesto antes de que se meta otra vez a la cocina. Eso estuvo muy cerca… Vuelvo otra vez la mirada a la caja y suspiro. De las mil millones de cosas que están en la lista de ‘cosas que me gustaría recibir en mi cumpleaños’, estoy cien por ciento seguro que ‘Juguetes sexuales’ no están escritos.


Ten cerca a tus amigos… pero más a tus enemigos. Eso dicen. ¿Pero que pasa cuando tus enemigos… son tus propios amigos? En serio. ¿Puedes llegar a odiar y amar, a la vez, a tus amigos? Yo creo que si. Justo ahora… eso hago.


Darme eso sabiendo que, obviamente, no lo voy usar. Yo no soy de los que hacen esas cosas.


Me levanto, casi indignado ante tal insulto, y voy a la cocina a acompañar a mi JaeBoo en lo que sea que este haciendo. Me faltan unos dos metros para llegar a la cocina y el olor a vainilla pronto invade todos mis sentidos dándome un agradable estado de alivio. Al entrar a la cocina me quedo casi embobado al ver la hermosa figura de la persona a la que más amo batiendo, como si la vida se le fuese en eso, alguna mezcla en un bol.


- ¿Qué preparas? – pregunto más que con curiosidad, lo hago como un acto de inercia, realmente no me importa lo que haga mientras yo pueda probar de ello.


- Tu tarta para más al rato – contesta sin ningún tipo de preocupación antes de verter el contenido del bol en algo que creo es un molde. Su cara tiene rastros de harina, al igual que su ropa y manos. Su cabello está medianamente alborotado por que se mueve de un lado al otro y sus labios están humedecidos gracias a ese tic que tiene de sacar la lengua constantemente, cosa que simplemente me sugestiona de las formas menos pensables.


- OH… ¿harás una tarta humana a caso? – pregunto divertido acercándome hasta donde esté él para depositar un beso en su mejilla manchada con harina. Sonríe de lado depositando después el molde dentro del horno precalentado. Ahora que lo voy notando… sigue con la pijama, unos ligeros shorts y una camiseta que deja ver el esfuerzo y trabajo que ha empleado para marcar sus brazos. Por impulso, como si fuera algo vital para mí, rodeo su cuerpo con mis brazos, notoriamente más fuertes que los de él y sin demorar mucho deposito un beso en su cuello, por lo general siempre huele a ricas fresas… pero ahora, su olor distintivo es el de la vainilla y demás cosas dulces.


- Yun-YunHo ¿Qué haces? – me pregunta entrecortadamente sin dejar de lavar los trastes que estuvo usando hasta ese momento.


- Nada… beso el cuello de mi novio, ¿No puedo? – pregunto como si no supiera la respuesta ya.


- Si… pero aquí… - Se que está incomodo así que mejor no sigo, hasta eso… a pesar de que es realmente es rara la ocasión en que nos quedamos solos, siempre respeto cuando no desea ‘hacerlo’. Claro… ahora debo de ir a tomar una ducha, bastante fría por cierto, gracias a que siento que ahora cada contacto que tengo con él enciende algo que por alguna razón jamás se puede concretar. Me gustaría en algún momento poder decirle no a esos expresivos ojos negros, sin embargo siendo realista conmigo mismo, es algo que nunca lograré hacer.


LE dediqué una última sonrisa antes de salir de ese mar de olores y dirigirme a mi cuarto, sin darme cuenta en el camino me hice de la caja que contenía mis ‘regalos’ y continué con mi camino.


Comencé a deshacerme de mi camisa, mientras miraba el espejo donde se reflejaba un apuesto joven, varonil, que lucía por sobre todo dominante e imponente… lastima que eso estuviera muy lejos de mi realidad, por lo menos en mi relación con Jaejoong seguía sin poder imponérmele. Fruncí el seño y volví a abrochar mi camisa dejándola medio arreglada, medio no.


Abrí una vez más la caja de colores vivos y miré con más detalle cada uno de los objetos que yacían dentro de esta. Todo se veía… interesante, pero sin duda lo atrapó mi atención al instante fueron un par de esposas, para ser exactos, cuatro pares de ellas. Un… ¿Qué suponía que era eso? Lo sacó y miró con curiosidad… una pequeña bola roja con dos correas que se sujetan a los costados, no entiendo en que podría servir, lo regreso a la caja y de camino veo una botellita con… - Gel lubricante- lo regreso, eso último no era necesario… ya tengo. Hay más cosas que logro identificar como consoladores y a lo que no le encuentro forma, sólo leo la etiqueta. Realmente todo ahora me parece muy interesante.



- Jaejoong… – le llamo tranquilamente desde el cuarto que compartimos, mientras aún me mantengo viendo con incredulidad el objeto que sostengo en mis manos.


-¿Qué pasa? –
-¿Puedes venir un segundo? –
- …voy –


Me mantengo cerca de la puerta, esperando con paciencia, hasta que su figura se adentra en el cuarto. Mis brazos lo sostienen firmemente y lo recuesto, nada delicadamente en la cama.


- ¿Yunnie? – me habla con extrañeza mientras se incorpora, o eso intenta, pero yo lo detengo sosteniéndolo de la muñeca izquierda esposándolo a la cabecera de la cama. El asombro y duda se aloja más y más en su rostro haciendo que un extraño, pero agradable, morbo comience a formarse dentro de mí al verle tan indefenso y confundido.


Camino sin prisas hasta la caja de vivos colores y saco el otro par de esposas para regresar con la misma calma hacia Jaejoong quien no para de interrogarme. Sonrió – Tranquilo Jaeboo… esto te gustará…-







.::POV Jaejoong::.




Hasta ese momento creí que todo iba bien, y que la tarde transcurriría sin mayor problema, bueno Heechul me acababa de mandar un mensaje diciendo que tardarían un poco más porque estaban aún en una entrevista… y ‘mis niños’ se habían ido a no sé donde a no sé qué, pero me aseguraron que volverían lo más pronto posible… así que en todo caso, el día no pasaría con mayor problema más que el retraso de nuestros amigos, algo entendible… lo que no puedo entender, es porque ahora de la nada Yunho me esposa a la cama.


¿A quién en su sano juicio le gusta que lo esposen a su cama?


- No sé que cosa pervertida estés pensando pero será mejor que lo pares ya, los chicos no tardarán mucho y yo debo de arreglarme para la fies… -Mi palabras y reclamos son cortados por un beso profundo, en el que una lengua ansiosa recorre toda mi cavidad de memoria, yo me dejo… si algo amo de Yunho es su feroz forma de besar… y aunque llega un momento en el que el aire da primera señal de que hace falta, no nos separamos… este beso es diferente, su cuerpo se aleja cuando yo de verdad siento que me asfixio. – ah… yun-Yunho… - Intento formular alguna palabra pero antes de que pueda decir más, una pequeña bola roja es insertada en mi boca y amarrada para evitar que yo pueda decir algo más, es bastante incomoda… demasiado.


Enfoco la mirada en mi pareja y él no tarda en subirse a la cama y posicionarse sobre mí. Sus manos comienzan a delinear el contorno de mi figura, bajando por mi cintura… hasta mis caderas, apretándolas un tanto, provocando que quiera un soltar un suspiro… que es retenido por aquel incomodo objeto en mi boca.


- Te ves tan bien Boo… - se acerca, besa mi mentón… baja, besa mi cuello, mi clavícula y parte de mi piel que es expuesta por el escote de mi camiseta. No sé en que momento se acerca tanto para poder hablarme en el oído con una voz por demás cargada de deseo – pero… podrías verte mejor – sus dientes se clavan en la piel de mi lóbulo y siento un ya bien conocido hormigueo en mi vientre bajo.


Procuro soltarme, pero es imposible por lo ajustadas que están las esposas. Su boca continua descendiendo aún por sobre la camiseta que llevo, su boca, húmeda, atrapa con facilidad uno de mis pezones mordiéndolo con más fuerza de la necesaria, arrancándome un gemido que obviamente se ahoga en mi boca una vez más. Esto no sólo es incomodo sino desesperante y ya algo doloroso gracias a las esposas. Cuando su boca se cansa de la sensación de la tela, sus manos suben la misma sin poder quitarla, mas dejando mi pecho descubierto y completamente libre a cualquier cosa que Yunho desee hacer. Momento de tortura. Su aliento recorre mi piel cada centímetro de ella, pero sus labios se mantienen a una distancia considerable haciendo enloquecer por un poco de ese contacto.


- Te deseo tanto Boo… -


Su voz se escucha tan llena de deseo y de amor… que no entiendo a que viene todo esto. Si tanto me desea… debería de tocarme, de hacerme el amor… de todo! Pero nada. Deposita un beso en mi cadera, cerca de la orilla de mi short y se separa. Mi mirada lo sigue pero no logro ver que saca de esa caja. Regresa con el objeto en mano, mirándolo curioso y algo dudoso. Es quizás mi imaginación, pero en sus ojos hay cierta profundidad que no suele haber y me pregunto si esto es debido a la excitación del momento. Nada me da tiempo para seguir pensando cuando siento una vez más su cuerpo sobre el mío friccionándose de una forma que sé, a ambos nos está sacando de quicio. Sus manos sacan sin miramientos mi short, llevándose de paso mi ropa interior, dejándome casi desnudo y con ese casi me refiero a que… ahora sólo me queda mi camiseta medio quitada.


Sus labios una vez más se deslizan por mi piel sin hacer mayor contacto que el necesario. Su aliento es caliente y su respiración tibia… me hace cosquillas y a la vez hace que allá abajo se ponga animoso.


- ¿Quieres que termine cierto Jae? – me pregunta sonriendo descaradamente acariciando mi vientre con la punta de sus dedos. ¿Cómo se supone que le conteste con esta mordaza? Respondo con la cabeza afirmativamente… Pero su sonrisa no hace más que agrandarse ante esto. - lo siento, amor, pero ni siquiera he empezado -


Algo comienza a rozar mi entrada, y por experiencia sé que no son ni los dedos de Yunho y mucho menos su miembro… lo sé, es obvio, mas no sé identificar que es ni siquiera cuando está dentro de mi y puedo asegurar que es casi tan o igual de incomodo que la mordaza en mi boca. Pequeño y frío, hace que me estremezca y muera de nervios de sólo imaginarme que es. Odio este estado de no saber que es lo que me hacen… y a la vez comienzo a tomarle un enfermizo gusto. De repente siento que la espalda se me va a quebrar por lo fuerte que la he encorvado de improvisto y bajo el espasmo de placer tan repentino. Ese pequeño y frío objeto ha comenzado a moverse que… ¡Diablos! ¿Cómo no me di cuenta de que era un vibrador?


Es demasiado tarde como para reprocharme eso. Una vez más y bajo condiciones más necesitadas, y más desesperadas, comienzo a jalar de las esposas. Quiero liberarme y sacarme esa cosa… es tan… tan placentero que siento morirme. Mi mirada algo desubicada busca al maldito desgraciado que me tiene en estas condiciones, alias mi novio, alias Yunho… al encontrarlo miro como sostiene el pequeño control entre sus dedos, mientras su mirada no pierde detalle. Nuestras miradas se encuentran y él sólo sonríe.
¿Te gusta Boo? Pregunta descaradamente y creo que de no estar sintiendo cortos espasmos de placer cada cinco segundos… podría patearle la cara.


No estoy seguro de cuanto tiempo es lo normal para que el vibrador comience a tener efectos sobre las personas normales, pero en mi… a los casi cinco minutos de haberse encendido, está a punto de provocarme el orgasmo y eso no es algo que me provoque una satisfacción emocional, pues estoy seguro que físicamente la satisfacción es más que un hecho. Yunho nota esto, o eso supongo y se pone de de pie… revuelve el interior de la caja una vez más y regresa. No sé que es lo que trae y la verdad es que poco me interesa, sino es para que termine pronto… realmente no me interesa. Toma mi miembro y… juro que si vuelve a tomarlo de esa forma, tan fuerte, me correré para la siguiente vez.


Apretón, apretón, apretón… su agarre es un prolongado apretón que comienza a arrastrarme rápidamente al clímax, siento que estoy al borde… a punto… en la cima, tocando el cielo, las estrellas y casi la luna… y de pronto… nada. Peor que si me azotaran contra el suelo. Me mantengo a punto de tocar la luna y ahí algo me retiene, torturándome… Abro lentamente los ojos para ver ese algo y siento que voy a chillar de sólo ver que es. - Perdóname Boo… pero no puedes terminar aún – su mano se retira de mi entrepierna dejándome ver el pequeño anillo de plástico que fue diseñado para atrasar la salida de mi semilla. Deseo con todas mis fuerzas conocer al idiota que inventó esto y a los aún más idiotas que lo disfrutan.



Te odio con toda mi alma Jung Yunho…



.::POV Yunho::.



Diversión, perversión… Justo ahora sólo existe una mínima línea que divide estas dos cosas, y lo malo del asunto es que no sé de qué lado estoy yo. Evitar que mi Jaejoongie termine tan pronto sólo fue el primer impulso que tuve, después vinieron muchos otros más, como el de tomar el lubricante que me habían regalado, con la firme convicción de satisfacer a Boo de una vez y juro que si tenía esa convicción…. hasta el momento que leí que el lubricante era de sabor tutti fruti. Ahora pueden hacer que cualquier cosa tenga un rico sabor…


Tomo el lubricante y vierto una considerable cantidad sobre ese bastante erguido miembro, lo cual debió causar algún tipo de contraste ya que Jaejoong se arqueo de espalda de una forma que sé no es buena, y casi al instante lo meto de golpe en mi boca. Si, me cuesta más que en otras ocasiones puesto que su miembro realmente está hinchado, mas no me es imposible; y comienzo a hacer cortas succiones. Esto es tremendamente sugestivo, otras veces recuerdo haber comparado hacerle una felación a Jaejoong con chupar un helado, caliente derritiéndose… El detalle era que un helado no era caliente, y sabía a algo, pero ahora, realmente la única diferencia con mi helado favorito era que el helado sigue sin ser caliente… pero ahora Boo sabe a tutti fruti.


Un sonido, extraño, hace que salga de mis pensamientos. Alzo la mirada y siento que algo dentro de mi se rompe, si ahora nada se retuerce, se rompe. JaeBoo llora, o por lo menos lágrimas descienden por los costados de su rostro, tan fluidamente que no sé como reaccionar. Dejo lo que hacía y subo hasta quedar rostro con rostro, al notarlo el ladea su rostro cerrando con fuerza los ojos, sin dejar de removerse con desespero. Todo ha comenzado a salírseme de control.
Toma aire y vuelve su mirada hacia mi, aun pequeñas gotas salinas salen de él…. Pero su antes expresión de odio y placer, cambia por una de suplica. Entiendo, perfectamente.


Bajó lentamente, sé que me odia y que probablemente al terminar vaya y tire a la basura la tarta que con tanto amor me hizo, pero llegué a un momento en que toda consecuencia me vale un reverendo comino. Al llegar a su parte baja, después de comerlo a besos estoy listo para prepararlo… cosa que ahora que veo no hará falta.
Sacó el vibrador que hasta ahora había olvidado sacar, o siquiera apagar, y este escurre un poco con el lubricante de tutti fruti. Me veo tentado a quitar también el anillo que retiene a Jaejoongie, pero de hacerlo… todo terminará, y aunque eso sería lo más justo, no puedo…. No quiero.


Lo penetro de una sola vez y veo como una vez más, a lo largo de este rato, se dobla mientras cierra con fuerza los ojos. Ni voy lento, ni suave, ni me detengo para que se acostumbre a mi miembro, por el contrario; al instante inicio rápido y fuerte. No fue hasta que me sentí rodeado por las calidas paredes de Jaejoong, que noté que yo también estaba en bordes inimaginables de la excitación.


Golpes certeros, una y otra vez sobre el mismo punto… que a la larga hizo que Jaejoong no recuperara su posición y se quedara arqueado, conmigo sosteniéndolo por las caderas para mantenerlo firme. Aprieta su interior y estoy a punto de terminar… Al diablo todo. Quitó el anillo de plástico que rodea el miembro de Jaejoong… doy una última y certera estocada derramándome en su interior, al mismo tiempo que suelto su nombre en un ronco gemido y sintiendo como su calida semilla se vierte en nuestros vientres. Me dejo caer, rendido, en su pecho tratando de recuperar la respiración mas a la nada me vuelvo a levantar recordando que Boo aún tiene la mordaza… aún mantiene los ojos cerrados y su cuerpo tiembla ligeramente. He sobrepasado mucho mis y sus límites…



Quito la mordaza y unos hilos finos de saliva salen, le limpio con cuidado, pero él sigue sin decir nada… odio los silencios incómodos, pero lo entiendo. Lo desesposo. Siento tanta vergüenza que no sé ni por donde comenzar mis mil años de arrepentimiento.


- Boo… de verdad lo lamento muchísimo -

- ¿te arrepientes? –

Qué pregunta tan más difícil…. - No –

- entonces ¿por qué te disculpas? -

- Porque lo hice sin tu consentimiento… -


Una vez más el silencio se hizo presente… definitivamente me odiaba…


- … sólo espero que entiendas que estoy demasiado cansado y adolorido como para bañarme solo -


¿Ah?


Alzo la mirada y me topo con esa sonrisa encantadora que sólo él sabe hacer. Sus mejillas manchadas en un tono rojo, aumentan ese encanto y no puedo resistirme para besarle otra vez, de forma suave.

- Fui un bruto… -

- Y un idiota… –

- y…

- un desconsiderado… un sádico, un pervertido… degenerado, violador…. –

- Bueno ya entendí –

- Pero ¿sabes Yunho? Esa parte de ti, salvaje, resultó ser… sexy – concluye con una sonrisa de complicidad.


Creo que yo nunca supe imponerme ante Jaejoong, sólo porque yo no lo deseaba, ya que al parecer él siempre ha estado dispuesto a probar cosas nuevas.


Pasó alrededor de una hora más para que nuestros hijos llegaran… ciertos hijos que por mi parte se quedarían sin televisión, computadora, ipod, o cualquier aparato que les brindara entretención; mientras que por parte de Jaejoong recibirían raciones dobles de cena,


¿La razón?


Aún no me la imagino.




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