Ultima carrera: Parte 01 [Fic YunJae]
lunes, 7 de marzo de 2011.: YunJae :.
is love ♥
Título: Ultima carrera
Pareja: YunJae
Grupo: TVXQ
Autor: Suseet
Género: Yaoi
Advertencia: No. -en este capítulo-
"Después de descubrir que su medio hermano, Yoochun, es un ganster; Jae trata de salvar a una de sus posibles víctimas, Junsu, en el camino conoce a un apuesto sujeto, Yunho, y a su hermano, Changmin, con los que descubrirá cosas que no pensaba sentir."
Ultima carrera
Diario de Jaejoong... Parte 1
“Tengo que avisarle a Yunho… que Yoochun… ha puesto sus ojos en él como siguiente objetivo… que sus matones llegaran en cualquier momento”. pensé corriendo escaleras arriba hacia la puerta que me llevaría hacía su departamento. Justo ese día se había malogrado el ascensor. ¡¡Que buena suerte!!
Se me hacía largo el camino. Cuando al fin llegué, me detuve para respirar, pero mis manos no se quedaron quietas y tocaron con desesperación la puerta marrón.
Me abrió rápidamente, en sus ojos veía sorpresa. Tenía el dorso descubierto y el cabello húmedo, sostenía la toalla en alto, se estaba secando el cabello.
- Jae-ah –abría la puerta para que entrara. – ¿Estás bien… qué pasa?
Su voz se alarmaba a medida que su brazo me empujaba al interior.
- Estoy bien pero debemos…. –dije
- Tengo algo que decirte….
¿Se apegaba a mí… qué quería decir? Su contacto no era como el de siempre…había algo diferente en sus ojos. Tenía miedo. Me abrazó de repente, me apegaba cada vez más a su cuerpo, a su pecho desnudo. Algunas gotas de su cabello rodaban por mi cara.
- Hay algo que quiero decirte… –susurró mientras yo trataba de entender lo que estaba sucediendo. –Jae… yo… te quiero…
¿“Te quiero”? ¿Eso dijo? No, debía estar soñando… No era la clase de te quiero que se dicen los amigos.
- Estoy… enamorado de ti –sus manos se deslizaban por toda mi espalda, me empujaban más y más contra él.
E-na-mo-ra-do… sí, eso dijo. Yo no podía permitirlo…no así ¡¡no!! Pero no quería herirlo, él era muy importante para mí. ¿Qué podía decirle? ¿Qué se debía hacer cuando tu mejor amigo confiesa algo así? ¿Gritarle que me da asco que se me apegue con una intención más que amical? ¿Besarlo aunque sienta nauseas?
Estaba completamente distraído pensando en lo que debía hacer. Yunho se dio cuenta que no me movía y que mis brazos continuaban caídos a los lados de mi cuerpo. Se soltó y me miró largamente.
- Entiendo –trató de sonreír –lo lamento… haberte puesto en esta situación.
Mis pies no se movían. ¿A qué había ido? Sabía que nuestra amistad, si es que quedaba algo de ella después de eso, no sería la misma.
- Lo lamento… –volvió a sonreír pero esta vez sus lágrimas que juntaban con los pequeños chorritos de agua que caían de su cabello.
No sé exactamente en qué momento me alejé corriendo de ahí. Hacia arriba, a la azotea del lugar. El pecho me golpeaba con fuerza, y mi rostro se baño con lágrimas de cólera. Lo sabía pero me había resistido a creerlo. Yunho siempre me había querido de ese modo. Él siempre…
Descendí por las escaleras, me detuve en el piso de arriba al escuchar a Yunho gritar de dolor, tres balazos y luego nada. El silencio reinó. No bajé ver que había pasado, la ambulancia llegó unos minutos después. Podía oír los cuchicheos de las gentes del edificio. Sobre todas ellas se alzó la voz de Min, hermano de Yunho, se oía tremendamente afligido…
*********************
Él no murió. Eso lo supe unos días después por boca de Junsu. Cuantas cosas habíamos pasado y ahora yo… lo había abandonado…
Fui a verlo al hospital donde estaba, Min no andaba por ahí. El cuarto era pequeño. Una linda ventana dejaba entrar los rayos del sol. Yunho reposaba con la misma tristeza sobre la cama, completamente ausente a mis pasos. “está en coma” me había dicho Junsu el día anterior. La culpa me aplastaba…. Yo… yo debí evitarlo… pero fui tan cobarde…
Min regresó en ese momento. Sus ojos me fulminaron en un segundo.
- ¿Qué haces aquí? ¡¡Lárgate!! ¡¡ ¿Por qué no vas con Yoochun y le reclamas?!! ¡¡eh!! Fue tú culpa… ¡¡Lo ves!! Que mi hermano esté tendido en esa cama es tu culpa.
Lo sabía, claro que sí… me lo había repetido cada día desde que escuché los disparos…. No podía dormir… Los recuerdos siempre se me amontonaban en la cabeza.
Salí sin decirle más. Aún pude escuchar que me gritó algunas maldiciones extras y una enorme amenaza si intentaba acercarme de nuevo a su hermano.
Salí corriendo del lugar. Mi casa estaba cerca, en ella me esperaba mi medio hermano Park Yoochun. Su padre se había casado con mi mamá.
Él era una persona cálida y amable, algo tímida en ocasiones. De un día para otro cambió. Decidió hacerse cargo de los negocios de su padre que, por lo que sabía, no eran legales… es más, mataba cuando alguien “sabía demasiado”.
Yoochun estaba sentado como siempre detrás de su enorme escritorio con la vista ausente en algún punto inexacto de la habitación. Parecía triste más que amenazador.
- ¿Qué quieres? –dijo girando su silla hacia mí. –No debería estar aquí…. Sabes que tu cabeza también tiene precio… No puedo permitir que digas más de la cuenta.
- ¿Por qué… has hecho todo esto?
- ¿Recién intentas algo? ¿Por qué? Sé que llegaste antes que mis hombres… No entiendo por qué dejaste que lo atacara… Fue por eso que lo dejé vivir… ¿Me lo dirás?
Apreté los puños al notar que para el todo era un juego.
- Junsu dice que…
No me dejó terminar, golpeó la mesa con tal fuerza que un pequeño florero saltó y luego cayó rodando al piso.
- No quiero oír nada de esa persona.
Se levantó y salió dado un portazo.
Junsu… todo empezó por él… Él había juntado mi camino al de Yunho…de manera extraña…
- Yun… ho –musité mientras me tendía en el suelo. Otra vez sentí húmedos los ojos. Ya era costumbre que mi pecho se contrajera y que diera saltos, mi corazón, azotando mi cabeza… mi alma…
Fue por eso que cuando lo vi creí que mi culpa estaba empeorando. Yunho estaba ahí, a mi lado, en la habitación que Chunnie acababa de dejar, su piel, algo traslúcida, se acercaba a mí. Se apoyó en las rodillas y lo miró fijamente, parecía desperado.
- ¡¡Tienes que ayudarme!! –gritó zarandeándome.
Traté de ignorarlo. ¿Una alucinación podía moverme? Vaya locura.
- Sé que puedes verme… tienes que ir al hospital
¿La alucinación lloraba? Lo miré con atención, mi pecho me decía que era real…
− Por favor… por favor… voy a morir si no lo haces… me van a desconectar el respirador… Por favor… ¡¡Por favor!!
Me cubrí los oídos con las manos mientras sentía que algo húmedo me quemaba el rostro al recorrer mi mejilla.
− ¡¡Por favor!! ¡¡Jae!!
Cerré los ojos y apreté las mandíbulas. Ya no gritaba… lloraba…
***********************
Me tomó algo de tiempo reaccionar. Era mi amigo, sí… sí que lo fue, su confesión no cambiaba las cosas. Me levanté de un saltó y corrí hacia el hospital, cuando llegué entré al cuarto dónde estaba acostado. Min lloraba sobre el cadáver de su hermano: Ya lo habían desconectado.
Sus ojos volvieron a posarse en mí furibundos. Se levantó con tal rapidez que me tomé algunos segundos darme cuenta de que ya estaba tirado en el piso con él sobre mí propinándome una serie de puñetazos. Ni aun así, después de notarlo, me lo quité de encima. Me quemaba la culpa… no, no era solo eso… una sensación de abandono absoluto me invadió de pronto. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Sentí como si fuera arrastrado a un enorme vacío, sin nada… Ni bueno ni malo…sólo la nada… la nada dejada por la falta de algo que era sumamente importante para mí… cómo no me di cuenta antes…?
**************************
Mi gritó resonó en el oscuro despacho de Chunnie. Yunho todavía estaba mi lado llorando, rogando. Aún no había pasado nada… aún no… lo había matado.
Me levante de un saltó y salí corriendo hacía el hospital con la fija idea de evitar que lo desconectaran… ¿cómo podía alguien ser desconectado en tan breve lapso? Tenía miedo de ver materializado mi sueño… No… aún no… tengo que llegar a tiempo.
Mi mente empezó a vagar por los recuerdos mientras mi cabeza se empapaba con la suave lluvia que caía en las calles de Seúl.
¿Evitará Jae que Yunho muera?
¿Qué pasó con Yoochun?
¿Cómo logró juntar el camino de Jae y Yunho Junsu?
¿Por qué Yoochun odia a Junsu?
Se me hacía largo el camino. Cuando al fin llegué, me detuve para respirar, pero mis manos no se quedaron quietas y tocaron con desesperación la puerta marrón.
Me abrió rápidamente, en sus ojos veía sorpresa. Tenía el dorso descubierto y el cabello húmedo, sostenía la toalla en alto, se estaba secando el cabello.
- Jae-ah –abría la puerta para que entrara. – ¿Estás bien… qué pasa?
Su voz se alarmaba a medida que su brazo me empujaba al interior.
- Estoy bien pero debemos…. –dije
- Tengo algo que decirte….
¿Se apegaba a mí… qué quería decir? Su contacto no era como el de siempre…había algo diferente en sus ojos. Tenía miedo. Me abrazó de repente, me apegaba cada vez más a su cuerpo, a su pecho desnudo. Algunas gotas de su cabello rodaban por mi cara.
- Hay algo que quiero decirte… –susurró mientras yo trataba de entender lo que estaba sucediendo. –Jae… yo… te quiero…
¿“Te quiero”? ¿Eso dijo? No, debía estar soñando… No era la clase de te quiero que se dicen los amigos.
- Estoy… enamorado de ti –sus manos se deslizaban por toda mi espalda, me empujaban más y más contra él.
E-na-mo-ra-do… sí, eso dijo. Yo no podía permitirlo…no así ¡¡no!! Pero no quería herirlo, él era muy importante para mí. ¿Qué podía decirle? ¿Qué se debía hacer cuando tu mejor amigo confiesa algo así? ¿Gritarle que me da asco que se me apegue con una intención más que amical? ¿Besarlo aunque sienta nauseas?
Estaba completamente distraído pensando en lo que debía hacer. Yunho se dio cuenta que no me movía y que mis brazos continuaban caídos a los lados de mi cuerpo. Se soltó y me miró largamente.
- Entiendo –trató de sonreír –lo lamento… haberte puesto en esta situación.
Mis pies no se movían. ¿A qué había ido? Sabía que nuestra amistad, si es que quedaba algo de ella después de eso, no sería la misma.
- Lo lamento… –volvió a sonreír pero esta vez sus lágrimas que juntaban con los pequeños chorritos de agua que caían de su cabello.
No sé exactamente en qué momento me alejé corriendo de ahí. Hacia arriba, a la azotea del lugar. El pecho me golpeaba con fuerza, y mi rostro se baño con lágrimas de cólera. Lo sabía pero me había resistido a creerlo. Yunho siempre me había querido de ese modo. Él siempre…
Descendí por las escaleras, me detuve en el piso de arriba al escuchar a Yunho gritar de dolor, tres balazos y luego nada. El silencio reinó. No bajé ver que había pasado, la ambulancia llegó unos minutos después. Podía oír los cuchicheos de las gentes del edificio. Sobre todas ellas se alzó la voz de Min, hermano de Yunho, se oía tremendamente afligido…
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Él no murió. Eso lo supe unos días después por boca de Junsu. Cuantas cosas habíamos pasado y ahora yo… lo había abandonado…
Fui a verlo al hospital donde estaba, Min no andaba por ahí. El cuarto era pequeño. Una linda ventana dejaba entrar los rayos del sol. Yunho reposaba con la misma tristeza sobre la cama, completamente ausente a mis pasos. “está en coma” me había dicho Junsu el día anterior. La culpa me aplastaba…. Yo… yo debí evitarlo… pero fui tan cobarde…
Min regresó en ese momento. Sus ojos me fulminaron en un segundo.
- ¿Qué haces aquí? ¡¡Lárgate!! ¡¡ ¿Por qué no vas con Yoochun y le reclamas?!! ¡¡eh!! Fue tú culpa… ¡¡Lo ves!! Que mi hermano esté tendido en esa cama es tu culpa.
Lo sabía, claro que sí… me lo había repetido cada día desde que escuché los disparos…. No podía dormir… Los recuerdos siempre se me amontonaban en la cabeza.
Salí sin decirle más. Aún pude escuchar que me gritó algunas maldiciones extras y una enorme amenaza si intentaba acercarme de nuevo a su hermano.
Salí corriendo del lugar. Mi casa estaba cerca, en ella me esperaba mi medio hermano Park Yoochun. Su padre se había casado con mi mamá.
Él era una persona cálida y amable, algo tímida en ocasiones. De un día para otro cambió. Decidió hacerse cargo de los negocios de su padre que, por lo que sabía, no eran legales… es más, mataba cuando alguien “sabía demasiado”.
Yoochun estaba sentado como siempre detrás de su enorme escritorio con la vista ausente en algún punto inexacto de la habitación. Parecía triste más que amenazador.
- ¿Qué quieres? –dijo girando su silla hacia mí. –No debería estar aquí…. Sabes que tu cabeza también tiene precio… No puedo permitir que digas más de la cuenta.
- ¿Por qué… has hecho todo esto?
- ¿Recién intentas algo? ¿Por qué? Sé que llegaste antes que mis hombres… No entiendo por qué dejaste que lo atacara… Fue por eso que lo dejé vivir… ¿Me lo dirás?
Apreté los puños al notar que para el todo era un juego.
- Junsu dice que…
No me dejó terminar, golpeó la mesa con tal fuerza que un pequeño florero saltó y luego cayó rodando al piso.
- No quiero oír nada de esa persona.
Se levantó y salió dado un portazo.
Junsu… todo empezó por él… Él había juntado mi camino al de Yunho…de manera extraña…
- Yun… ho –musité mientras me tendía en el suelo. Otra vez sentí húmedos los ojos. Ya era costumbre que mi pecho se contrajera y que diera saltos, mi corazón, azotando mi cabeza… mi alma…
Fue por eso que cuando lo vi creí que mi culpa estaba empeorando. Yunho estaba ahí, a mi lado, en la habitación que Chunnie acababa de dejar, su piel, algo traslúcida, se acercaba a mí. Se apoyó en las rodillas y lo miró fijamente, parecía desperado.
- ¡¡Tienes que ayudarme!! –gritó zarandeándome.
Traté de ignorarlo. ¿Una alucinación podía moverme? Vaya locura.
- Sé que puedes verme… tienes que ir al hospital
¿La alucinación lloraba? Lo miré con atención, mi pecho me decía que era real…
− Por favor… por favor… voy a morir si no lo haces… me van a desconectar el respirador… Por favor… ¡¡Por favor!!
Me cubrí los oídos con las manos mientras sentía que algo húmedo me quemaba el rostro al recorrer mi mejilla.
− ¡¡Por favor!! ¡¡Jae!!
Cerré los ojos y apreté las mandíbulas. Ya no gritaba… lloraba…
***********************
Me tomó algo de tiempo reaccionar. Era mi amigo, sí… sí que lo fue, su confesión no cambiaba las cosas. Me levanté de un saltó y corrí hacia el hospital, cuando llegué entré al cuarto dónde estaba acostado. Min lloraba sobre el cadáver de su hermano: Ya lo habían desconectado.
Sus ojos volvieron a posarse en mí furibundos. Se levantó con tal rapidez que me tomé algunos segundos darme cuenta de que ya estaba tirado en el piso con él sobre mí propinándome una serie de puñetazos. Ni aun así, después de notarlo, me lo quité de encima. Me quemaba la culpa… no, no era solo eso… una sensación de abandono absoluto me invadió de pronto. Mis ojos se llenaron de lágrimas. Sentí como si fuera arrastrado a un enorme vacío, sin nada… Ni bueno ni malo…sólo la nada… la nada dejada por la falta de algo que era sumamente importante para mí… cómo no me di cuenta antes…?
**************************
Mi gritó resonó en el oscuro despacho de Chunnie. Yunho todavía estaba mi lado llorando, rogando. Aún no había pasado nada… aún no… lo había matado.
Me levante de un saltó y salí corriendo hacía el hospital con la fija idea de evitar que lo desconectaran… ¿cómo podía alguien ser desconectado en tan breve lapso? Tenía miedo de ver materializado mi sueño… No… aún no… tengo que llegar a tiempo.
Mi mente empezó a vagar por los recuerdos mientras mi cabeza se empapaba con la suave lluvia que caía en las calles de Seúl.
¿Evitará Jae que Yunho muera?
¿Qué pasó con Yoochun?
¿Cómo logró juntar el camino de Jae y Yunho Junsu?
¿Por qué Yoochun odia a Junsu?
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